No es lo habitual, pero este fín de semana salimos de los limites de la capital nazarí para probar otros sitios, otros sabores...
Así este sabado lo pasamos en Ronda, gracias a Silvia, que nos invito amablemente a conocer este precioso rincón de Andalucía que bien conoce, y en el cual además, nos hizo de guía (muy profesional por cierto jj).

Aspectos turisticos de la localidad aparte, en lo que a nosotros nos afecta, nos recomendo bastantes sitios de la localidad donde poder tapear o comer.
Entre todos ellos, nosotros visitamos dos.
En primer lugar el bar El Lechuguita.
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Uno de los lugares con mas solera y mas conocidos de Ronda que todo el mundo debe visitar al menos una vez.

Estamos en un sitio de ambiente tradicional, antiguo, que denota solera.
No encontramos una decoración excesiva, es más, las paredes en color blanco, estan adornadas con algunas imagenes de antiguas publicidades de bebidas.
Una barra acompañada de tradicionales taburetes (de los que hace que no veía) hacen el resto.

En él, las tapas son a elegir. Nos dan una pequeña lista donde marcar la tapa que elegimos así como la cantidad.


En nuesto caso pedimos para acompañar a las tres cervezas, un serranito, una tosta de tomate con jamón y lomo con alioli.
Las tapas como decimos van aparte, pero complementan bien la bebida.
Decir que aunque llegamos al lugar estan vacio, rapidamente se llenó de gente y se hizo dificil encontrar un sitio en la barra.
Tras visitar El Lechuguita, nos dirijimos a la parte baja de Ronda, el barrio de Ronda más en concreto al restaurante Almocabar.
Situado en la plaza Ruedo Alameda, muy cerca de las murallas, de donde toma el nombre, encontramos este pequeño restaurante apartado de los habituales sitios turísticos de Ronda.
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Nada más entrar, Silvia nos presenta a Manuel Arias Jiemenez, "Manolo", que es el ropietario, cocinero, gerente y todo lo demás... el alma del restaurante.
Se trata de un local pequeño, con pocas mesas ubicadas en un acogedor salón.
Atendidos por Victor y Manolo, no tuvimos que esperar nada... eso sí enseguida todas las mesas estaban llenas, y había gente esperando, por lo que es recomendable apartar mesa antes de ir.
Gran conocedor del mundo de los vinos, tiene una bodega muy interesante y es recomendable dejarse aconsejar de los vinos que posee en la carta, donde sorprende por su variedad, buena selección y precios comedidos
La comida que sirve es innovadora dentro de lo tradicional.
En nuestro caso empezamos con una plato de amanitas y boletus, recien cogidas y servidas en su jugo; la suavidad y la textura eran perfectas.

Como acompañamiento de los platos, nos sirvió un Conrad, vino rondeño, cosecha de 2007, tipo Merlot; como todos sabeis, no tengo mucho conocimiento de vinos, pero el olor a frutas que me vino nada más descorcharlo me sorprendio... nunca me había ocurrido.

Así llegamos al segundo plato... en esta ocasión un celebre huevo de "Manolo"; es un huevo frito, sobre una cama de jamón serrano de bellota cubierto con virutas de trufa... que le daban un sabor exquisito.

A estas alturas el vino iba bajando, y nos sirvieron el tercer plato... una torrija de pan de pueblo cubierta de foie de pato casero con frambuesas.
Nunca había probado un foie casero con esa textura, con esa suavidad... me sorprendio el conjunto de sabores que describía en mi paladar.

Entre copa y plato, llegamos al postre; nos recomendo tarta de dos chocolates, negro y blanco; el blanco mas tirando a helado, y el negro una mezcla entre mousse de chocolate y la esponjosidad de lagun muffin... muy bueno la verdad.

Para acompañar el postre nos sirvió unas copas de Bornos bien frias que vinieron estupendamente.
Todo servido rapida y eficazmente.
Un sitio muy recomendable si se visita Ronda... y mucho más si como es mi (nuestro) caso, ibamos en muy grata compañia.
Además, y por si esto fuera poco, en el desarrollo de la comida, coincidimos con los dueños de las bodegas Conrad de Ronda, con los que charlamos un rato, y los cuales nos invitaron a una visita guiada con cata a sus bodegas cuando quisieramos.
Ah... gracias a Silvia por su consejo, invitación y visita guiada...
Así este sabado lo pasamos en Ronda, gracias a Silvia, que nos invito amablemente a conocer este precioso rincón de Andalucía que bien conoce, y en el cual además, nos hizo de guía (muy profesional por cierto jj).

Aspectos turisticos de la localidad aparte, en lo que a nosotros nos afecta, nos recomendo bastantes sitios de la localidad donde poder tapear o comer.
Entre todos ellos, nosotros visitamos dos.
En primer lugar el bar El Lechuguita.
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Uno de los lugares con mas solera y mas conocidos de Ronda que todo el mundo debe visitar al menos una vez.

Estamos en un sitio de ambiente tradicional, antiguo, que denota solera.
No encontramos una decoración excesiva, es más, las paredes en color blanco, estan adornadas con algunas imagenes de antiguas publicidades de bebidas.
Una barra acompañada de tradicionales taburetes (de los que hace que no veía) hacen el resto.

En él, las tapas son a elegir. Nos dan una pequeña lista donde marcar la tapa que elegimos así como la cantidad.


En nuesto caso pedimos para acompañar a las tres cervezas, un serranito, una tosta de tomate con jamón y lomo con alioli.
Las tapas como decimos van aparte, pero complementan bien la bebida.
Decir que aunque llegamos al lugar estan vacio, rapidamente se llenó de gente y se hizo dificil encontrar un sitio en la barra.
Tras visitar El Lechuguita, nos dirijimos a la parte baja de Ronda, el barrio de Ronda más en concreto al restaurante Almocabar.
Situado en la plaza Ruedo Alameda, muy cerca de las murallas, de donde toma el nombre, encontramos este pequeño restaurante apartado de los habituales sitios turísticos de Ronda.
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Nada más entrar, Silvia nos presenta a Manuel Arias Jiemenez, "Manolo", que es el ropietario, cocinero, gerente y todo lo demás... el alma del restaurante.
Se trata de un local pequeño, con pocas mesas ubicadas en un acogedor salón.
Atendidos por Victor y Manolo, no tuvimos que esperar nada... eso sí enseguida todas las mesas estaban llenas, y había gente esperando, por lo que es recomendable apartar mesa antes de ir.
Gran conocedor del mundo de los vinos, tiene una bodega muy interesante y es recomendable dejarse aconsejar de los vinos que posee en la carta, donde sorprende por su variedad, buena selección y precios comedidos
La comida que sirve es innovadora dentro de lo tradicional.
En nuestro caso empezamos con una plato de amanitas y boletus, recien cogidas y servidas en su jugo; la suavidad y la textura eran perfectas.

Como acompañamiento de los platos, nos sirvió un Conrad, vino rondeño, cosecha de 2007, tipo Merlot; como todos sabeis, no tengo mucho conocimiento de vinos, pero el olor a frutas que me vino nada más descorcharlo me sorprendio... nunca me había ocurrido.

Así llegamos al segundo plato... en esta ocasión un celebre huevo de "Manolo"; es un huevo frito, sobre una cama de jamón serrano de bellota cubierto con virutas de trufa... que le daban un sabor exquisito.

A estas alturas el vino iba bajando, y nos sirvieron el tercer plato... una torrija de pan de pueblo cubierta de foie de pato casero con frambuesas.
Nunca había probado un foie casero con esa textura, con esa suavidad... me sorprendio el conjunto de sabores que describía en mi paladar.

Entre copa y plato, llegamos al postre; nos recomendo tarta de dos chocolates, negro y blanco; el blanco mas tirando a helado, y el negro una mezcla entre mousse de chocolate y la esponjosidad de lagun muffin... muy bueno la verdad.

Para acompañar el postre nos sirvió unas copas de Bornos bien frias que vinieron estupendamente.
Todo servido rapida y eficazmente.
Un sitio muy recomendable si se visita Ronda... y mucho más si como es mi (nuestro) caso, ibamos en muy grata compañia.
Además, y por si esto fuera poco, en el desarrollo de la comida, coincidimos con los dueños de las bodegas Conrad de Ronda, con los que charlamos un rato, y los cuales nos invitaron a una visita guiada con cata a sus bodegas cuando quisieramos.
Ah... gracias a Silvia por su consejo, invitación y visita guiada...
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